YelloW, YelloW

Vuelve el otoño, retomo el blog, con más ganas que nunca; la verdad, lo echaba de menos. 
Vengo con fuerza, de ahí, la elección de un color cálido, vibrante, el amarillo. Para los supersticiosos, el peor color que puede existir, para mi, un color que habla por sí mismo. 
 Se terminan las vacaciones, volvemos a la rutina, entramos en esa especie de espiral melancólica que nos lleva hacia el frio, la lluvia, los tonos neutros, apagados. Las calles se visten de diferentes marrones,ocres, naranjas, al igual que nosotros. Desechamos los colores vivos, alegres, los blancos y turquesas que nos trasladan hasta el mar más profundo. Por esta razón, vuelvo con un post atípico, porque quiero empezar con   fuerza el comienzo de los "días tristes". 
Menos es más, ya lo decía Mies van der Rohe. El encanto del color amarillo reside en lo poco saturado, no debemos abusar en decoración, si no, aportar pequeños ápices del mismo. Juega un papel importante en los interiores monocolor, o decorados en blanco y negro, destacará al ser el color llamativo. Básicamente centrará toda la atención, es el punto de diferencia. Apuesta segura para lámparas, butacones, sofás o alfombras. 

Nunca debemos sobrecargar la estancia con paredes, objetos y mobiliario en diferentes matices amarillos, tendremos un resultado que puede rozar lo estridente. Ejemplo de ello es la foto que os muestro a continuación.


AIRES VINTAGE , estancias distintas que engloban chimeneas pintadas en amarillo plátano junto a composiciones de cuadros, biombos unidos a un mobiliario clásico, lámparas industriales con sillones retro o   una decoración de estilo nórdico rematada con el sillón tower-rock.
Cocinas minimalistas, amplias y de líneas depuradas. Los frontales de los muebles en amarillo, mezclados con otros de color blanco son un acierto. El seat 600 empotrado en la pared, la nevera de estilo retro o las sillas de diseño completan el conjunto.
Los dormitorios, serán uno de los cuartos clave en cualquier hogar, es nuestro rincón particular y personal. Como comenté al principio del post, no abusaremos del color amarillo, y menos en el caso de los dormitorios; estos deberán transmitir calidez y tranquilidad. Si empleamos colores llamativos como es el caso del amarillo, la estancia puede llegar a cansarnos visualmente, por ello, sólo aportaremos pinceladas de este color en algún objeto o mueble, incluso en paredes. 

Cuartos de baño que se escapan de lo convencional y se abren al paso de puertas correderas de madera. Lámparas de lagrimas, bañeras victorianas , papel pintado en paredes, fotografías en blanco y negro o cortinas de seda serán parte de estos interiores.

Diferentes tonos amarillos, diferentes estilos, pero todos igual de atrayentes. Da igual el servio que desempeñen, ninguno de estos objetos  pasará desapercibido en el hogar. 



Como siempre, espero que os guste este rinconcito lleno de color!!

Me despido con una foto que para mi, lo dice todo, París
Mil besos.
Lau

Comentarios

  1. Hola Laura, recien ahora también yo he regresado a publicar en mi blog (Casa Bella). Gracias por seguir mi blog. Ahora te sigo también. Mucho gusto en conocerte. Soy de Argentina pero vivo en los EEUU. Tu blog es tan bonito y lleno de color! Buen finde!
    Silvia

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  2. Mil gracias!! Te sigo desde hace tiempo, porque me siento muy identificada con tus gustos y decoración ;)...Me alegro de que también te guste mi blog y seas partícipe de el!! Igualmente, espero que disfrutes del finde!! bss

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